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Mostrando entradas de 2017

Usted disculpe

Usted disculpe pero esta casa huele a sexo; a pera dulce o a rosa guayaba. Huele a caricias suaves, a piel eriza; a mar bravo y salado. El olor de mi sexo, se pega en las paredes, en los muebles, en las cortinas, y se adhiere a las salas de la memoria. Apenas mueves un poquito y el aroma revolotea, mariposas que en todo se posan. Entre más la ventilo,  más se empapa. Esta casa, ésta casa huele siempre a sexo. A veces mío,  y a veces, d e algún invitado. 

Distancia

Así empezó todo;  así se volvió nada. Una cama de sábanas añejas, ya sin ansias. Un café, dos tazas, cuatro manos que no se tocaban. Miradas perdidas, sin ganas de encontrarse. Despertamos acostumbrados,  ajenos a nosotros. Sin cuidado,  sin cuidarnos. Cedimos a la dulce mecedora de lo conquistado. Sin percatarnos que nos oxidaba la rutina. Meciéndonos, nos volvimos olas de mares distantes. Era tanto nuestro silencio que cabían dos cuerpos, era tanto, que nos volvimos cuatro.