Gotas

Gotas que caen de la regadera y estallan al tocar la baldosa fría de la ducha, 
caen para perderse, 
y diluirse en nada. 
¡Pobres gotas!

Oídos que las escuchan a lo lejos y se acostumbran a su baile. 
Indiferentes.

Llueve, y escurren gotas por los ventanales, 
sensuales, 
lánguidas, 
rendidas. 

La cornisa forma sus propias gotas, que le recorren con suavidad toda la orilla, 
palpan con delicadeza su rugosidad, 
y con su apatía las ensucia en su camino, 
dejándolas chorrear turbias.

Las puntas de una rama seca se llena de gotas, que fluyen a lo largo de su cuerpo muerto, otorgándole apariencia de una vida simulada.

Gotas, 
fluidos, 
humedad afuera, 
a lo lejos y en mis adentros,  

                                                  y tú impasible como un paraguas.  


Llueve, 
goteo, 
me escurro,
sola, 
                                                 cuando quiero mojarme contigo. 






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