No quiero morir esperando a encontrarme con tus labios y quedarme observando, esperando fantasiosa que de ellos salgan las palabras que he estado deseando. No quiero pero espero. Espero a veces ansiosa y otras sin esperanza, de encontrarme en esta vida observándote de frente, tomándote entre mis manos. Me angustio. Y me guardo mis zozobras en el silencio de mi ego. Y me castigo vigorosa por presuntuosa, porque espero. Pero dígame usted, amor mío, que hago para encontrarlo, si es condena de mi ego andar buscando sin buscarlo.
Manjares y otros placeres