La noche está hecha para nosotros
Noches donde sólo la luna ilumina
y todo lo demás se desvanece.
Nuestros cuerpos sin sombra se
deleitan en el trémulo placer de la carne pura, viva, palpitante.
Deseos que no se dominan y se
plasman entre rasguños de uñas y dientes.
Desesperación por el ardor de uno
mismo, urgencia de tocar fondo, de sentir en lo más hondo, el calor por
explotar en el otro.
Dejamos las almas guardadas junto
al deseo de morir de amor y cerramos los ojos. No somos más que sexo.
Con las manos abiertas,
manoseamos palmo a palmo nuestros cuerpos sin alma, llenos de quejidos. Sin
intención de satisfacer al otro. Buscando nuestro propio placer a partir del
cuerpo que se enreda en nuestras piernas. Lobos hambrientos de noches de luna
llena. Feroces, indefensos solitarios.
Nos clavamos besos desesperados.
Abriendo mucho la boca, queriéndonos tragar completos. Nos romperíamos la
quijada si pudiéramos así meternos dentro del otro.
Pobre necesidad de desaparecer y
acurrucarnos en entrañas ajenas.
Nos hundimos los dedos, nos hurgamos enteros. Gritamos y nos esforzamos por no desfallecer, necesitamos seguir luchando., aunque aún no entendamos la guerra.
Nos hundimos los dedos, nos hurgamos enteros. Gritamos y nos esforzamos por no desfallecer, necesitamos seguir luchando., aunque aún no entendamos la guerra.
Me clavas con fuerza. Me acaricia
la tentación de dejarme poseer, de desaparecer, de ya no pertenecerme.
Qué más puedo ya perder, si no me
tengo.
Me gusto pero....
ResponderEliminarExcelente !!! Ojalá me sigas compartiendo lo que escribes ...
ResponderEliminarSugerente bien, muy bien
ResponderEliminar"Pobre necesidad de desaparecer y acurrucarnos en entrañas ajenas." Lo poético no es un todo sino un poco a poco en todo, nada le cambio porque su esencia siempre termina donde la comienza y viceversa, un abrazo enorme y un beso candente mi querida Paisanita.
ResponderEliminar