Vestida de arte

Los domingos me vestiré de arte para que vengas a visitarme como parte de tu cultura.

Seré un día tu musa y otro día, un cuadro de tu exposición. Deseando de vez en diario ser escultura, esculpida y disfrutada por tus manos.

Por las tardes, cuando esté nublado, pintura al oleo, dibujada por tu pincel. 

Y en los días de sol y lluvia, un arcoíris bajo tu piel. 

Acaríciame con cada uno de los sentidos o solo admírame.

Soy tuya aunque no sea tu obra.

Soy tu obra aunque sea del mundo. 



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