Vestida de arte
Seré un día tu
musa y otro día, un cuadro de tu exposición. Deseando de vez en diario ser
escultura, esculpida y disfrutada por tus manos.
Por las tardes, cuando esté nublado, pintura al oleo, dibujada por tu pincel.
Y en los días de sol y lluvia, un arcoíris bajo tu piel.
Acaríciame con
cada uno de los sentidos o solo admírame.
Soy tuya aunque
no sea tu obra.
Soy tu obra
aunque sea del mundo.