Lámeme hasta que
se me caliente el cuerpo entre tus labios, hasta que nos volvamos extraños y ya
no puedan más por ti.
Bésame, como
nadie lo ha hecho nunca, hasta el embelesamiento de la noche, hasta las
profundidades del mar.
Acaríciame el
cuerpo como si fuera un lienzo, que nadie hubiera acariciado jamás.
Tómame como si
sólo fuera esta noche, pero quédate hasta el final.
Nadie que se toma en serio se va, pero si lo hace tendrá por fuerza que ser en una ida mutua. Bello clamor el pequeño escrito. Abrazos de oso. ;)
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